Los economistas ortodoxos



    
Que la economía no es una ciencia exacta creo que ya está fuera de discusión, lo que no es excusa para decir tantas barbaridades. Como hoy llueve y no puedo hacer nada fuera de mi casa me puse a buscar los diagnósticos y predicciones de "prestigiosos economistas" (sí, así dice en los encabezados de casi todas las notas que los mencionan) en los últimos años.
Dice Carlos Melconián en Clarín el sábado 3 de junio de 2003 que la confrontación entre dos modelos económicos, el de Menem y el de Kirchner, de cara a la segunda vuelta electoral, "es un concepto falso y de campaña, porque se ha popularizado, etiquetado e instalado desde lo político, el modelo menemista" y remarcó que "el rumbo al cual va el mundo y la Argentina es inexorable". Agrega lo siguiente: "Si Menem gana, hay media docena de cosas que no están en discusión en el mundo y no lo estarán en Argentina". ¿Que tal?. Hoy el experto y reconocido economista que con tanta claridad vio el futuro (bueno, no vio que el mundo se encaminaba hacia una crisis peor que la del 30, pero cualquiera se puede equivocar), se dedica a criticar en todos los programitas donde lo invitan al rumbo económico del gobierno. Su último acierto, al menos el que yo encontré, fue profetizar junto a varios de sus doctorados colegas, que el dolar en diciembre de 2009 iba  a estar a no menos de 4,75. En diciembre de 2005, auguró el estancamiento del empleo y anunció que el plan económico estaba entrando en un escenario de complicación.
 Otro colega suyo, un poco menos expansivo pero tan mediático como él, Espert, viene anunciando el apocalipsis económico desde junio del 2005 y recomendaba para evitar la catástrofe congelar el gasto (traducido al vocabulario neoliberal: congelar sueldos y jubilaciones, disminuir el presupuesto educativo y de salud, frenar la obra pública). En mayo de 2009 veía que el país se encaminaba a una severa y profunda devaluación: el dólar estaba algo así como 3,75 y ahora 3,98.
   En materia local tenemos al eximio doctor Margariti. En una época de inocencia económica me parecía que era un tipo serio. Mientras tanto lo escuchaba en de 12 a 14 alabar las bondades del plan de convertibilidad de Cavallo, aclamar a la economía irlandesa y ponerla como modelo de crecimiento y despotricar contra todo intento de intervención del Estado en la economía.Claro, después me enteré de que pertenece a la Fundación Libertad (de mercado).
   Estos son sólo algunos ejemplos de la verdadera función de los gurúes de la economía, que no es realizar estudios serios y honestos del devenir económico, sino operar en favor de los grupos de poder que representan. Los pronósticos entonces se convierten en deseos o recomendaciones que casi se asemejan a amenazas, todo esto apoyado por los medios que recurrentemente los citan como a oráculos.
   Por todo esto me atrevo a una recomendación: no los escuchemos, o mejor que esto, escuchemos y tengamos memoria.

Marcelo Aimetta, Profesor de Historia - IES Olga cossettini

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